miércoles, 28 de octubre de 2009

Que la chupen (y que la sigan chupando)

Relato sobre la hinchada de Platense en 28 de octubre de 1999, por el diario La Nación.

"Vio, terminó todo tranquilo..."

Así se despidió Rico, integrante de la barra de Platense, del jefe del operativo policial, tras el partido con Huracán

Vio, terminó todo tranquilo." Con esta frase, Rico, un reconocido integrante de la barra brava de Platense, se despidió y estrechó la mano del jefe del operativo policial, Ernesto Carrizo.

El hecho se produjo cuando salió del estadio la hinchada local, una vez que se había retirado, sin problemas, la gente de Huracán. Una vez en la calle, la barra brava de Platense se dirigió a una puerta, salida y entrada de la prensa y los jugadores; allí, Rico surgió del corazón de la hinchada y fue directamente a explicarle al jefe del operativo que ya no había problemas, que se podía quedar tranquilo. Antes, Rico había visto el primer tiempo desde la popular, y el segundo desde la platea.

El partido de ayer fue calificado como de alto riesgo; por lo tanto se montó un operativo con 350 efectivos de la policía bonaerense y 50 de la Federal. Las hinchadas no se encontraron, no hubo heridos ni detenidos, pero sí varios acontecimientos por demás llamativos. El festejo de la hinchada de Platense fue completo: le ganaron a Huracán por 2 a 1 y brindaron con champagne. Mientras los hinchas esperaban la salida de sus jugadores, otro caracterizado simpatizante, Malena, se acercó hasta el portón principal y, desde el interior del club, llamó a su colega. Ante la vista de todos, Malena le dio a Rico una botella de champagne, una de las tantas que se descorcharon en el vestuario local para celebrar la victoria. La salida de Rico fue triunfal. Ante la vista de la policía, escondió la botella debajo de su remera, la sacó, la puso en alto y gritó: "Miren lo que traje para festejar". Acto seguido, y al mejor estilo de la Fórmula 1, Rico agitó la botella y mojó a todo el mundo. Los policías observaron lo que pasaba y se corrieron para que el champagne no los salpicara.

Una vez agotado el alcohol, Malena, Rico y companía continuaron con los cantos de festejos; y ante la retirada de los jugadores de Platense, Rico emergió del grueso de la gente y fue el primero en estrecharle la mano a la mayoría. Al mismo tiempo, gritaba y ordenaba a los demás que aplaudieran la actuación del equipo de Vicente López.

Cuando estacionaron el ómnibus que trasladaría a los jugadores de Huracán, la policía armó un cordón humano, como protección a los jugadores visitantes; la orden fue muy estricta: nadie puede pasar. Pero la directiva no pareció ser igual para todos, ya que Malena y Rico se pasearon una y otra vez delante de la puerta del vehículo, que partió sin problemas, bajo una sonora silbatina.

Atrás ya habían quedado los cantos de la hinchada local, que hablaban de pegarle a sus jugadores y que decían que si el equipo no ganaba nadie se iba a salvar; pero Platense ganó y una vez finalizado el partido el ánimo cambió y la imagen fue otra. La barra brava de Platense se embriagó de alegría.

5 comentarios:

  1. es una lastima que rico no pueda volver a la cancha por culpa del ex secretario q lo mando al frente en el quilombo de trinidad y tobago...

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  2. q vuelva la vieja banda

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  3. Que vuelvan, que dejen sus diferencias aparte y que vuelvan por el bien de platense, basta de chorros que se dicen ser hinchas de platense y bancaron a un ex capo de chaca durante 2 años en el bufette. Esos son hinchas de verdad

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  4. Convencelo a malena vos que podes.

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